Hace meses me propuse alzar la cabeza para observar las preciosas nubes que hoy empapan mis vaqueros. Siempre se me dio bien caminar despacio mirando al cielo, controlando cada centímetro de mi esencia. Me gustaba observar las estrellas, sabiendo con seguridad que tú estarías también observándolas. Te decía "míralas, están brillando para ti", te reías e insistías en el desatino de juntar nuestras miradas candentes en medio de una noche de invierno. No eras real, yo tampoco. Llegué a saborear el color de tus palabras, a conseguir que tu dulzura no me connotara nada parecido a "maldita". Estás cerca, te oigo respirar, te oigo correr, te oigo a mi lado, te siento en mí.
viernes, 16 de marzo de 2012
Think about the questions to address
Hace meses me propuse alzar la cabeza para observar las preciosas nubes que hoy empapan mis vaqueros. Siempre se me dio bien caminar despacio mirando al cielo, controlando cada centímetro de mi esencia. Me gustaba observar las estrellas, sabiendo con seguridad que tú estarías también observándolas. Te decía "míralas, están brillando para ti", te reías e insistías en el desatino de juntar nuestras miradas candentes en medio de una noche de invierno. No eras real, yo tampoco. Llegué a saborear el color de tus palabras, a conseguir que tu dulzura no me connotara nada parecido a "maldita". Estás cerca, te oigo respirar, te oigo correr, te oigo a mi lado, te siento en mí.
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