La melodía perfecta

El tiempo pasa. El verano entre sombreros, guitarras, humo y rock and roll. Las espigas ocultan algo más que felicidad pasional. El sol se oculta, los días se van, otros vuelven. Arden playas, arde Gijón, arde París. Autopistas infinitas; mochila a la espalda y César Pop en la cabeza. Las ciudades donde estuve una vez, las melodías perfectas, verano, más verano, más basura y más locura. Pitillos y un par de rotos. Alguna que otra noche, algún que otro litro. Ella se mete en todas las canciones, es una zorra. En mi música y en mis copas. Pienso que, si estuviera con ella, los domingos y las nocheviejas serían mejor. Es el regalo que nunca pedí, es el horizonte. Todos los deseos que no puedo cumplir. Anoche sonaron campanas pero no eran por mi. Llevaba mi nombre, aún se huele la pólvora.

No basta con haber estado aquí para ser testigo.
Quiero escribir sobre ti pero no me sale. Solo me sale sentir.